¿Treguas destinadas al fracaso? Los intensos tiroteos, explosiones e incluso el sobrevuelo de aviones de guerra en ciudades como Jartum, la capital, minaron este martes 25 de abril el tercer intento de un cese al fuego en Sudán.
Sin embargo, las pausas intermitentes han dado paso a algunas evacuaciones de ciudadanos extranjeros con la ayuda de misiones militares y diplomáticas y de sudaneses que huyen por sus propios medios a países vecinos.
Los enfrentamientos armados ponen en riesgo los rescates. Hasta el momento, al menos 427 personas han muerto en medio del fuego cruzado, la mayoría civiles, según datos confirmados por la ONU.
No obstante, la cifra puede ser mayor debido a las dificultades que enfrentan los servicios de emergencia para desplazarse a varias zonas del país y trasladar los cuerpos.
La situación se registra un día después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunciara un alto al fuego de 72 horas que entraría en vigor este martes
La promesa llegó tras dos días de intensas negociaciones con las dos partes del conflicto: el Ejército, dirigido por el general Abdel-Fattah Burhan, y los paramilitares de las Fuerzas de Respuesta Rápida (FAR), encabezadas por el general Mohamed Hamdan, también conocido como ‘Hemedti’.
En las últimas horas, las FAR señalaron que respetarían el compromiso. “El objetivo de este alto el fuego es establecer corredores humanitarios que permitan a ciudadanos y residentes acceder a recursos esenciales, atención sanitaria y zonas seguras, además de evacuar a las misiones diplomáticas”, indicaron en un comunicado.
Y la institución castrense se pronunció de forma similar, al asegurar que respetaría la tregua “a condición de que los rebeldes se comprometan a poner fin a todas las hostilidades”.
Pero los combates continúan. Testigos citados por AP también observaron ofensivas en las inmediaciones de la sede de un canal de televisión estatal y de bases militares, en la ciudad de Omdurmán, al otro lado del río Nilo y cerca a Jartum.Por ahora, ninguna de las treguas anunciadas luego de que estallara el último episodio de violencia en el país, el pasado 15 de abril, han sido respetadas por completo.
Los enfrentamientos detonaron en medio de desacuerdos entre las dos partes del conflicto sobre un intento de integración de las FAR en el Ejército y la supervisión civil de la institución castrense. Todo en medio de un plan respaldado internacionalmente para lanzar una nueva transición a un Gobierno con partes civiles. Las dos partes han cogobernado la nación tras cooperar en el golpe de Estado de 2021.
“Lo perdieron todo”: miles de sudaneses huyen a países vecinos
Los ciudadanos que no logran salir del país quedan atrapados en sus viviendas, sin alimentos, medicinas, agua, combustible ni comunicaciones; otros pese a las dificultades han llegado a naciones vecinas como Egipto, Chad o Sudán del Sur.
“No hay seguridad. Huimos de Sudán a Chad. Queremos estar seguros. Vinimos sin nada, necesitamos tantas cosas para sobrevivir. Estamos muy cansados”, aseguró Halime Issakh Oumar
Un sombrío panorama para los ciudadanos de un país, donde un tercio de sus 46 millones de habitantes ya necesitaban ayuda humanitaria desde antes del conflicto en curso.
“La gente que vino no tiene nada, lo perdieron todo, todo lo quemaron del otro lado. Las mujeres nos decían que necesitaban comida (…) El tema del agua es muy urgente, debemos hacer algo porque existe el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua como la disentería y la diarrea. Tan pronto como regresemos, tenemos que tratar de movilizar los recursos que tenemos para una respuesta”, indicó el representante de la Agencia para los Refugiados de la ONU, ACNUR Jean-Paul Samvura Habamungu.
En el territorio sudanés, los precios de comida y elementos de primera necesidad se disparan, en momentos en que se registran saqueos de suministros humanitarios, según señaló el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq.
En medio de este panorama, organizaciones como la ONU retiran personal y reducen sus operaciones humanitarias. El Programa Mundial de Alimentos suspendió su misión de distribución de alimentos, una de las más grandes del mundo.
Según estimaciones de Naciones Unidas, alrededor de 170.000 personas cruzarían a Sudán del Sur debido al conflicto y 100.000 a Chad, de los cuales unos 20.000 ya se encuentran en ese país.
«El país está al borde del colapso”
Las evacuaciones por parte de varios gobiernos continúan de forma intermitente y este martes Reino Unido informó que inició una evacuación “a gran escala” de sus ciudadanos. Las autoridades estiman que alrededor de 4.000 británicos se encuentran en Sudán.
“El Gobierno ha comenzado una evacuación a gran escala de Sudán de los titulares de pasaportes británicos, en vuelos de la RAF (Real Fuerza Aérea). Se dará prioridad a los más vulnerables, incluidas las familias con niños y ancianos”, aseguró el primer ministro Rishi Sunak.
Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico advirtió que sus ciudadanos no deben dirigirse al aeródromo a menos de que sean llamados, y señaló que la situación sigue siendo volátil, lo que significa que la capacidad de realizar evacuaciones podría cambiar con poca antelación.
«La rápida evacuación de los occidentales significa que el país está al borde del colapso. Pero esperamos que desempeñen un papel más importante en el apoyo a la estabilidad, presionando a las dos partes para que detengan la guerra«, sostuvo Suleiman Awad, un académico de 43 años, que reside en Omdurmán, a las orillas del río Nilo.
Alemania informó que llevará a cabo su último vuelo de evacuación de Sudán a Jordania en la noche de este martes y por el momento no tiene previstos más vuelos desde la región.
Los ciudadanos alemanes que permanezcan en ese país serán evacuados por “naciones amigas en los próximos días”, indicaron los ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa en un comunicado conjunto.
Pequeñas pausas en los combates durante el fin de semana también sirvieron para el rescate de otros ciudadanos de países europeos; así como de China, Indonesia, Arabia Saudita y de naciones latinoamericanas.
Por lo pronto, países como Canadá, Francia, Polonia, Suiza y Estados Unidos, señalan que han detenido las operaciones de rescate hasta nuevo aviso, por motivos de seguridad.